A veces pensaste que estar triste no era esto;
ni caminar con los pies atados
ni pasar la lengua por la vitrocerámica aún caliente
ni acariciarte la garganta por dentro para ver si aún no se ha regenerado la piel que me arrancaste
ni volver a escarbar en la herida
hacerle túneles, autopistas, puentes colgantes
no, estar triste no era reconocer tu nombre aunque estuviera escrito en braille entre un millón de cuchillas de afeitar
ni pintarte las uñas de negro para no ver cómo sangran
ni esconder la cabeza en el agujero de tu ombligo
ni comenzar a olvidar por las cosquillas
y acabar por una lápida.
cuánto tiempo pasará hasta que deje de visitar tu tumba vacía.
cuánto tiempo
buscándote en mi vientre
cuantas cicatrices hacen falta
para ponerle nombre
a alguien que no existió jamás.
si noviembre es un sueño,
el resto de meses: sólo pesadillas.
Te echo de menos.
Bonita descripción de la melancolía
ResponderEliminarBonita descripción de la melancolía
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