Quiero mecer lo único que me queda en las entrañas: todo este ruido que hace tu recuerdo.
Tanta arena llena de cristales
desgastados como yo
del paso de las olas
del tiempo perdido
de la noche en que dejamos de luchar. Creo que era de noche
Creo que aún estoy allí.
Creo que aún emiten calor
(mis entrañas)
Creo
como si no fuera el último resquicio de fe
la última oportunidad de imaginarte
en mi mano
en mi pecho
en el hueco que dejó tu ausencia.
Todo este ruido, pequeña
que no para
como no paró el mar de traer tus restos a la orilla
Como no paré yo
de volverte a buscar.
Como este olor a café que augura
que otra vez no hemos dormido
que pronto será la última.
Como este quedarme inmóvil
sonriendo a toda esta sangre tuya que me acaricia.
A toda esta sangre tuya
que se hace barro con la arena
que juega con las rocas
a dibujar rostros rotos
Como cuando fui niña y la playa podía ser el paraíso
Y ahora, que vuelvo a la inocencia
de creer
que en el infierno, al menos, no vas a tener frío. Pequeña.
Pequeñita.
Que hasta luego, a veces
siempre es hasta siempre. Que no te sé decir adiós.
Hasta luego. Pequeñita.
No tengo palabras para expresar que siento cuando te leo porque tú te las llevas todas.
ResponderEliminarImpresionante.
Nos vemos el 27 sin falta.
Un abrazo.
Cuanto más veces nos rompemos, mejoramos la versión.
ResponderEliminarTransmites como pocos,
ResponderEliminarOjala escribir como ud.